La humildad.

Debilitar al ego es parte del trabajo que día a día hacemos cuando la consciencia se despierta en cada uno de nuestros actos.

Esta acción requiere estar en constante observación de uno mismo,de verse frente a todas las respuestas que damos y estar atentos para no alimentar al ego. La constante identificación en la que vivimos por todos los estímulos e impresiones que recibimos hace que el ego ,en la mecanicidad, responda haciendo que el trabajo interior requiera de un esfuerzo y voluntad que lo debilite y favorezca la manifestación de estados de consciencia.

Esto es un compromiso que solo un individuo en verdadero trabajo intenso va a realizar.  Conocer al ego y sus efectos,los rasgos dominantes, las muchas máscaras con que se disfraza, las muchas formas en que nos podemos engañar creyendo que estamos logrando cambios importantes en la manera de ser, en la forma de pensar y sentir es indispensable para realizar esta importante tarea.

La manifestación de la humildad , la sencillez, la atención consciente de la expresión que , el hacernos conscientes del sueño en que vivimos , es un paso en el avance hacia un nuevo estado interno, consciente, pleno y lleno de armonía.

La humildad es un antídoto contra el egoísmo. 

La humildad es necesaria para servir, para ayudar, para ofrecer bienes y conocimiento, y es indispensable para poder amar. Las relaciones humanas de todos tipos se fortalecen y nutren de esta maravillosa expresión de la mas elevada consciencia.


Amelia Camacho Guerrero.

25 marzo 2019.