El trabajo personal en dirección del desarrollo de consciencia necesita esfuerzo y voluntad. No basta el deseo de cambiar algo o resolver algo, esto es mucho mas profundo. Querer lograr cambio de manera de pensar y de vivir exige ver interiormente y con honestidad reconocer todo lo que hay. Esto requiere de guía y de orientación, de conocimiento, de atención, de amor por uno mismo para aceptar todo lo que, la consciencia que despierta nos muestra de nosotros mismos. Estudio ,observación, compromiso, aceptación de lo que , ante nuestros ojos , se revela puede ser una sacudida muy fuerte pero es también un avance en el camino que recorremos.
Vamos a encontrarnos con muchas ilusiones que se desmoronan ante nuestras miradas y una de ellas es el creer que nos conocemos muy bien y además que conocemos a los otros de igual manera, cosa por demás falsa.
La existencia de la voluntad es otra falacia. Confundimos voluntad con deseo. Los deseos son el alimento favorito del ego y este es insaciable en ese sentido, siempre quiere algo y lo quiere diferente a lo que la realidad le ofrece. Constantemente está en resistencia a lo que hay y crea ilusiones de como quiere las cosas. Pelear con los deseos es inútil. No concedernos los deseos nos hace creer que actuamos con voluntad y no es así. Hacer lo que nos de la gana , no es tener voluntad. Ahí hay otra ilusión.
Poder actuar manifestando la voluntad es hacer uso del esfuerzo que logra vencer esa fuerza de la inconsciencia que impulsa al ego a crear la idea de que tenemos la decisión en nuestras manos, cosa que es falsa y que no se acepta con facilidad. Hacer lo que nos beneficia para crecer en consciencia implica desaprender lo aprendido para incorporar nuevas maneras de pensar y de actuar logrando recuperar todo el poder cedido a la inconsciencia.
Amelia Camacho Guerrero.
3 Julio 2017.