Educar.

 Educar es transformarse, es ayudar a otro a que se transforme.

Se requiere de una buena actitud para comprender que educar es una acción muy importante para el crecimiento de las personas que participan en el acto educativo y que no es unilateral este trabajo. Ambas son responsables del resultado. Ambas aprenden la una de la otra. Ambas desarrollan habilidades simultáneamente porque su participación exige facultades que se descubren en el proceso.

La paciencia, la dedicación, la entrega, la humildad son algunas de las que se ponen a prueba para enseñar y para aprender, para lograr comunicar con sencillez y eficiencia.

El discípulo decide de quien aprende y si el maestro está listo transmite su conocimiento de manera natural, sin soberbia sin alarde de nada y no impone su opinión, solo favorece al alumno para que piense por sí mismo y desarrolle el amor por el conocimiento.

Un buen maestro no es el que sabe más, es el que que transmite mas.

La erudición no significa que seamos capaces de compartir la información, significa que sabemos mucho, que tenemos buena memoria, comprender lo que sabemos habla de experiencia convertida en sabiduría y esa es la mejor maestra.



Amelia Camacho Guerrero.

25 Abril 2018.