Un pensamiento de amor para todos los niños del mundo. Los que lo son por edad y todos aquellos que viven en el interior de cada uno, deseando expresar la felicidad y la alegría que los pequeños disfrutan con naturalidad jugando siempre a ser grandes pero conservando en su sonrisa la frescura de la niñez, la alegría del juego, la ternura en sus manos y más que nada, el amor y la luz que emana de sus corazones.
¡FELICIDADES, MUCHAS FELICIDADES !